Los nuevos diseñadores cambian la semana de la moda en Nueva York.
Pese a estar viviendo la época dorada del minimalismo, la semana de la moda en Nueva York sigue siendo un “must” para todo enamorado de la moda. Porque, si bien es cierto que el showroom está en boga, nadie está aún tan por encima como para obviar la Fashion Week Neoyorkina. Y el que así lo crea, se equivoca.
Peo lo cierto es que la nueva ola de jóvenes en Nueva York parece apostar más por el contenido que por el continente. Como si realmente dieran mayor relevancia a su “verdad” que a envoltorios vacuos y, según algunos, desfasados. Esto confronta, por fuerza, con la idea tradicional de cuanto más grande mejor. El cambio está en marcha.
Existen nuevos parámetros para los jóvenes donde quieren enfatizar. El medio ambiente, la ecología, el veganismo, la inclusión, … Estas son algunas de las nuevas premisas que vienen pisando fuerte. Y ninguna de ellas necesita de grandes puestas en escena. De hecho, ellas mismas van asociadas a lo local y al pragmatismo, luego rehuyen la pompa de manera intrínseca.
Ejemplos de lo que hablamos se vieron la pasada semana, (a parte de Bode y su hechos mano), de la mano, por ejemplo, de Gipsy Sport, que prioriza la sostenibilidad sobre el resto de conceptos y da un giro más al reciclaje. Además, y no nos resistimos a contarlo, la hija de Madonna, Lourdes Leon, desfiló para la firma. Telfar y su constante lucha por dar visibilidad a temas controvertidos como la raza o el género. Y por su puesto, Eckhaus Latta y sus desfiles de Brooklin en zonas en clara depresión.
No sabemos con exactitud, cómo será el próximo año la semana de la moda en Nueva York, pero los tiempos están cambiando. Quizá el nos sorprendamos con la participación de marcas legendarias únicamente. O quizá la nueva ola sucumba definitivamente y todo vuelva a su cauce. Estaremos atentos, eso seguro.
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